La única protagonista femenina que hemos manejado del credo de los asesinos regresa con una versión de su aventura rehecha en formato HD para la sobremesa. Adentrémonos por segunda vez en la calurosa Louisiana y alrededores, pues toca afrontar de nuevo nuestra herencia de sangre y libertad
BOULÉ-ZINE
A finales de 2012, la serie Assassin’s Creed bifurcó caminos ese año y se concedió a sí misma otro salto al terreno portátil. Después de aparecer en móviles y consolas como Nintendo DS o PSP, los fans vieron la potencia de PS Vita como el medio ideal para al fin replicar las sensaciones de jugar un Assassin de sobremesa en todas partes y no con versiones tan aligeradas como Bloodlines. Liberation cargó con el peso de ser un AC en todos sus aspectos. Y en varios de ellos lo logró, ya que la aventura de Aveline de Grandpré –personaje que ha estado presente en los dos últimos AC de sobremesa de una forma u otra- nos brindaba un control y una sensación de entornos abiertos y Parkour asesino que encajaba bien con el ritmo de misiones rápidas de un juego portátil, logrando además darle variedad a las mecánicas con elementos como los tres trajes de la protagonista femenina, que abrían las posibilidades junto a un arsenal variado de armas de melée, de fuego y otras.
El problema o problemas que afearon el que podría haber sido uno de los imprescindibles de Vita vino de la mano de una historia que tardaba en despegar y dejaba partes inconclusas, una IA enemiga desacertada y, sobre todo, unos errores técnicos graves –Popping, partidas corruptas, aunque se lanzó un parche posterior- que denotaban un proceso de testeo previo no ineficaz, sino aligerado o demasiado breve para que el título llegase a la par que su hermano de sobremesa, ACIII. En una era en que todo se capitaliza, y lo que se vende como exclusivas portátiles dura un suspiro y de ‘Exclusiva’ no tienen más que el tiempo que sus creadores consideren oportuno retenerlas en un sistema –Resident Evil Revelations, Castlevania: Mirror of Fate por citar dos ejemplos-, a nadie sorprendió cuando Ubisoft anunció que AC Liberation saltaría de Vita a PlayStation 3, PC y Xbox 360 en un remake HD que nos llega más de un año después de su estreno. En este análisis vamos a repasar únicamente las diferencias y novedades que trae este port, por lo que os emplazamos a repasar la review que en su día hicimos del juego.
Aveline, una protagonista única en la serie, y sus tres personalidades jugables
DJABBuscando mejorar las puntos débiles criticados en su día, Ubisoft ha comenzado por mantener en esencia la misma trama sin alterarla, por lo que de nuevo tenemos la historia de Aveline, la primera mujer del Credo de Asesinos que manejamos en la serie y además en un escenario de los más exóticos de la saga, recorriendo toda nueva Orleans desde la ciudad de Louisiana hasta los pantanos de los alrededores, e incluso otros escenarios más propios de un Tomb Raider que de un Assassin’s Creed conforme avanzamos. La novedad de Liberation era la ausencia de un arco argumental que incluyese el presente como los de Desmond en otros AC, de hecho es mínima la información que se nos da en este punto. No tenemos saltos al presente, sólo jugaremos en el pasado, lo que ayuda más a la inmersión, aunque a la hora de la verdad, la trama sigue tardando demasiado en despegar y tampoco es demasiado notoria.
Para intentar paliar la falta de información y alargar la experiencia se han implementado 15 nuevas misiones al total de las ya presentes, además de detalles de la historia en los tiempos de carga. Si nos da por indagar y mirar en perfiles y la base de datos conoceremos más sobre personajes y hechos como el pasado de la propia protagonista, pero lo cierto es que tampoco ayudan a clarificar demasiado una historia que sigue presentando lagunas en su exposición narrativa durante el período de la vida de Aveline que viviremos, a pesar del intento de sub-arcos que buscan arrojar algo de luz a esa introducción en forma de anuncio sobre Abstergo que intenta situarnos en el motivo de manejar a Aveline.

De esta forma, en una decena de horas podremos terminarnos el juego, una duración a aumentar entre las 10-15 horas si queremos extraer el máximo jugo a nuestra inversión y sacar el 100% con las misiones paralelas y los coleccionables. Pero el modo Historia será la única oferta jugable de este port HD, ya que por el camino se ha quedado aquel particular modo Multijugador de conquista sobre tablero estilo Risk del cual también hubo quejas por no parecerse al multiplayer habitual de la serie. De hecho, Ubi no ha aprovechado este salto a sobremesa para meter un multi más tradicional que nos enfrente a otros usuarios, ni de ningún otro tipo, encontrándonos que el modo Historia es lo único que podemos jugar, aunque dentro de este sigue presente el minijuego estratégico que era el Sistema de Comercio.
TAFIÁSi por algo destacó Liberation a nivel jugable fue por el sistema de vestuario, el cual otorgaba hasta tres personalidades distintas a Aveline que incidían en la forma de moverse, atacar y abrirnos paso. Lejos de ser un mero cambio visual, lo cierto es que cada personalidad y traje interfieren en la jugabilidad que adoptaremos. Mientras que siendo Asesina podremos dar rienda suelta a nuestras ganas de correr, empujar, saltar, trepar y matar, estaremos en todo momento bajo sospecha de quien nos vea incluso caminar vestidos de esta manera. SiendoEsclava, es fácil pasar desapercibido realizando tareas de esclavo, aunque el recelo de los guardias ante el más mínimo cambio de nuestro comportamiento estallará enseguida. Siendo una gran Dama del Sur, ni saltamos ni trepamos y apenas corremos, solo matamos con una única daga oculta o sombrillas de ponzoñosos dardos, aunque la diversión de este traje es usar toda la variedad opciones que nos permiten, como planear un asesinato en base a la seducción, el soborno y la sutilidad, sin mancharnos las manos y dejando que otros lo hagan todo, por ejemplo, si vamos a zonas como el puerto, seremos presa de ladrones que intentarán tirarnos al suelo y robarnos, pero si vamos con un guardia enamorado, no nos harán nada.
